Los números de lija realmente son materiales que provienen de la pedagogía Montessori. Se utilizan en los primeros niveles de Educación Infantil, y sobre todo están pensados para la memoria motórica del número. Esta no es una entrada en la que los números de lija se utilicen como cualquier montessoriano defendería... por ello pido perdón primero.
Sólo quería mostrar un par de evidencias que me sorprendieron en mi divagar diario por el aula. En la primera yo andaba en las historias de P. C. y su amiga A. L. dejándome llevar por las conversaciones y los juegos que entre ellas se despiertan día a día, cuando descubrí sobre un banco la pila de números de lija, con le número 4 primero y cuatro pequeñas regletas blancas sobre el número. Podría haber sido un encuentro casual, un acto sin más que no buscaba la asociación de una cantidad y su grafía o puede que no. Puede que alguien cogiera piezas de dos juegos diferentes, y se diera cuenta de que hablan de la misma cosa. Siempre me quedará la duda.
Lo que sí viví fue a S. T. colocando uno a uno los números de lija hasta el 4 sobre una mesa. Uno detrás de otro. En orden. Y acompañando con las palabras "uno, uno, uno... dos, dos, dos... tres, tres, tres, cuatro, cuatro, cuatro..." Para posteriormente colocar sobre cada número un animal, hasta un total de cuatro. No me pude resistir, y pregunté el por qué cuando pensé que S. T. había terminado (ojalá aprendiera a callarme), ella me explicó "uno, dos, tres, cuatro". Y con eso entendí.
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